El nido, preescolar, guardería o jardín de infancia es un pequeño entrenamiento para que los engreídos de la casa vayan familiarizándose con el hecho de estar fuera de casa, lejos de los padres y en compañía de otras personas e incluso de otros niños.
Cuando llega el momento de ir a la escuela, los padres tienen mucha tensión y expectativa por el niño y sobre todo por cómo se sentirá y reaccionará a ese nuevo ambiente. La escuela tiene normas, reglas y parámetros bastante claros para los que se incorporan a este sistema que forma parte de nuestra sociedad.
Los niños por su parte pueden tener reacciones muy diversas al empezar la escuela. Algunos sentirán la emoción de empezar una nueva aventura, de conocer nuevos amigos y de aprender nuevas ideas. Otros por su parte podrán sentirse algo nerviosos al estar lejos de casa, de sus padres y cuidadores habituales (zona de confort) y de cómo será la convivencia en un nuevo espacio con nuevos actores.
Algunas recomendaciones para los padres cuando llega la hora de ir a la escuela son:
- Conversen con el niño sobre la increíble oportunidad que representa ir a la escuela y cómo eso hará que aprendan mucho del mundo que los rodea.
- Hagan énfasis en los nuevos amigos que podrán hacer y en los nuevos juegos o actividades que aprenderán para divertirse.
- Establezcan los días previos, dinámicas de despertar temprano y dormir temprano para que el niño no se encuentre con sueño al comenzar la escuela o esté bajo de energía.
- Hablen sobre las actividades, tareas o pendientes que tendrá en la escuela y la importancia de hacerlos a tiempo para aprender todo con claridad y demostrar responsabilidad e interés.
- Explíquenles que conocerán a otros niños con diferentes características físicas, con otras formas de hablar, con otros acentos, con otro color de piel, con otra nacionalidad y hasta con otras costumbres. Esto es muy importante para que los más pequeños entiendan que el mundo es muy diverso y que el respeto es esencial para la convivencia, así como la tolerancia.
- Desarrollen un plan de buena alimentación para que la escuela sea un espacio saludable para el niño y no se vea tentado a comer tantos dulces, golosinas y chucherías.
- Mencionen al niño que ante cualquier situación en la que se sienta algo triste o incómodo es importante que le diga a su maestra para que también no se sienta tan solo o aislado ante determinada situación.
- Al llegar a casa, luego de la escuela, conversen sobre qué aprendió, que le gustó, que le desagradó, entre otros… Así podrán ir viendo la forma en la que la escuela está haciendo pensar al niño y al mismo tiempo estar pendientes de las distintas situaciones que le pueden estar ocurriendo.
- Revisen sus cuadernos, libretas y anotaciones para ir validando su participación en la dinámica propia del aprendizaje.
La escuela es un gran modelador de la conducta de los niños. Por eso el reto de saber cuál elegir y cuál, de acuerdo con nuestro criterio como padres, será el espacio en donde nuestros hijos podrán crecer, ser felices y desarrollarse.
No Comments