Cuando mencionamos la palabra “mascota” es inevitable pensar en algún cachorro o en algún adorable gatito o periquito, y es que aún para las personas que no tienen tanta afinidad con los animales siempre habrá un digno representante de la naturaleza que le produzca una sonrisa o con el cual se sienta identificado por alguna razón.
Si empezamos reconociendo que los seres humanos fuimos creados para interactuar con la naturaleza y ser parte del ecosistema, entonces podemos entender porque generalmente hay tanta afinidad entre los seres humanos y los animales. Los estudios demuestran que los animales ayudan a reducir enfermedades, ayudan con los problemas depresivos, aumentan las capacidades de interrelación con otros seres humanos, elevan la felicidad y la autoestima y más importante aún estimulan a los niños y ayudan a los ancianos a manejar la soledad.
Con todas estas características vale la pena preguntar ¿Por qué no todas las familias poseen una mascota? Y las respuestas son múltiples, poco espacio, poco tiempo para dedicarle a la mascota, poco interés, alergias, entre otros. La buena noticia es que prácticamente todas estas excusas tienen una solución, si cree que tiene poco espacio entonces podrá optar por un ave pequeña, una tortuga o unos peces, si la razón es alergias ya existen mascotas hipoalergénicas como gatos sin pelo y otras variantes. En relación con el tiempo no existe, al menos no hasta ahora, ningún animal que puedas tener en casa sin dedicarle ningún tipo de atención, cuando tenemos una mascota lo ideal es considerarlo como miembro de la familia y dedicarle el tiempo y la atención que requiere.
Con todo lo anterior podemos enfocarnos en los beneficios de tener mascotas en casa para los niños y los ancianos. Si optamos por el mejor amigo del hombre, los perros, es importante destacar que los niños aprenderán a interrelacionarse con la naturaleza de una forma muy íntima, valorarán y respetarán a otros seres vivos y entenderán de una forma menos tradicional el significado de lealtad. Para los abuelos que tienen la fortuna de compartir con canes encontrarán que estos pueden ser muy cariñosos (dependiendo claro de la raza) y encontrarán en ellos razones para estar activos al momento de sacarlos a pasear o de reírse al momento de tratar de entender la conducta de la mascota. Los perros al ser animales tan nobles escucharán por horas todo lo que los abuelos tienen por decir y lo más importante, nunca se aburrirán incluso si escuchan la misma historia.
Si la selección de la mascota es un gato los pequeños entenderán otros valores asociados a esta especie como la independencia y la muy particular higiene que tienen estos, a diferencia de los perros que estarán dando vueltas cada vez que lleguen a casa, la mayoría de los gatos estarán inmutables esperando que sean los humanos quienes se acerquen a ellos y mirando con cara decidida cuál será su próximo movimiento. Si bien es cierto que no es la primera opción como mascota para los adultos mayores, los gatos al igual que los perros pueden resultar compañeros formidables para las personas de edad avanzada pues dependiendo del vínculo que se genere pueden llegar a ser muy cercanos.
En relación con otras mascotas podemos mencionar aves, conejos, hámsteres e incluso reptiles, aunque no sean los más populares, lo importante siempre será encontrar la especie que aporte más valor a la familia y a los niños o adultos mayores, cabe destacar que en el caso de los perros es importante enseñar a los niños que los perros adoptados son iguales de valiosos que los perros con pedigrí, al final del día el amor es el mismo y como en la vida real tu origen no define quien eres, sino tus acciones.
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